El programa incluye la experimentación de Gilles Jobin, la Marie-Antoniette del Malandain Ballet Biarritz, montajes de los italianos Kor’sia y los coreanos K-arts Dance, el clasicismo del Ballet Nacional Ruso de Sergei Radchenko y el Ballet Clásico de San Petersburgo de Andrey Batalov y el regreso de Fernando Hurtado con dos coreografías

La producción de Factoría Echegaray dirigida por Nieves Rosales abre el ciclo, que se desarrollará hasta el 14 de diciembre en los teatros Cervantes y Echegaray

Electra, una de las obras más vanguardistas del Ballet Nacional de España, es uno de los platos fuertes del renovado y rebautizado ciclo Danza Málaga, que abre sus puertas mañana martes con el estreno de No amanece en Génova, coreografía de Nieves Rosales que produce Factoría Echegaray. Sendos estrenos de La Lupi, Ana Rando y David Segura, la experimentación de Gilles Jobin y la Marie-Antoniette del Malandain Ballet Biarritz son otras de las apuestas del programa, que se desarrollará desde mañana martes hasta el 14 de diciembre en los dos teatros municipales, Cervantes y Echegaray.

Montajes de los italianos Kor’sia y los coreanos K-arts Dance, el clasicismo del Ballet Nacional Ruso de Sergei Radchenko y el Ballet Clásico de San Petersburgo de Andrey Batalov y el regreso de Fernando Hurtado con dos coreografías en vísperas de celebrar el 20 aniversario de su compañía también aseguran la diversidad de Danza Málaga 2019. De hecho, el ciclo organizado por el Teatro Cervantes brinda en 17 espectáculos una panorámica del arte del movimiento en la que caben clasicismo y neoclasicismo, danza contemporánea de diversas procedencias y escuelas, incluida la apuesta del coreógrafo suizo Gilles Jobin por el uso de la realidad virtual inmersiva en la pieza VR_I, baile flamenco y espectáculos para niños.

El director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, acompañó esta mañana a los coreógrafos y bailarines malagueños Nieves Rosales, Ana Rando y David Segura en la presentación del programa. La concejala de Cultura del Ayuntamiento, Noelia Losada, y el director-gerente del Teatro Cervantes, Juan Antonio Vigar, subrayaron que el crecimiento cualitativo y cuantitativo experimentado por el antes denominado Ciclo de Danza ha posibilitado su transformación en Danza Málaga (DZM), una muestra más extensa en el tiempo, con una nueva identidad gráfica, un componente internacional más acentuado y una clara vocación de apertura a la vanguardia.

El bailarín y coreógrafo sevillano Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España desde septiembre y que precisamente actuó en el ciclo del Cervantes con Las tentaciones de Poe justo después de ganar el Premio Nacional de Danza 2015, acudió a Málaga para presentar Electra. Los días 22 y 23 de noviembre se pondrá en escena en el edificio de Gerónimo Cuervo este espectáculo, que ahonda en diferentes lenguajes de la danza con una visión original y contemporánea inspirada en nuestro imaginario popular y que también contiene grandes dosis de flamenco y danza española. Vanguardia, mitología y tradición marcan el carácter de esta obra coreografiada por el creador Antonio Ruz en colaboración con la bailarina Olga Pericet, todo un referente en la renovación del flamenco, cuyo elenco incluye a Inmaculada Salomón como Electra y entre otros a Antonio Najarro, anterior director del BNE, en el papel de Egisto.

Electra, un sofisticado montaje estrenado en diciembre de 2017, supuso un gran reto para el BNE y un auténtico desafío. El proyecto describe el mito de Electra, una de las grandes figuras de la mitología griega, acercándolo a la España rural y profunda del siglo XX. Y lo hace en un montaje que va mucho más allá de estilos y disciplinas. “Electra -dice Ruz- es una experiencia humana y sensorial en la que movimiento, espacio, luz, música y voz forman parte de un todo”.

No amanece en Génova, coreografía de Nieves Rosales para Factoría Echegaray

Nieves Rosales indaga en los límites de la naturaleza humana con No amanece en Génova, una pieza a caballo entre lo teatral y lo dancístico que estrenó Factoría Echegaray el 29 de octubre en la también apertura oficial de Danza Málaga 2019. La bailarina y coreógrafa malagueña tiende puentes entre la danza contemporánea y el teatro en esta inmersión en un duro texto de Raúl Cortés que se interna sin tapujos en esas relaciones de poder que jerarquizan, someten a unos y privilegian a otros. Andrea Prieto en el rol de ‘La infausta’, Laura Porras como ‘Oncetiros’, Daniel Rodríguez en el papel de ‘El rey’ y Carmen Romero en las carnes de ‘El poeta’ bailan e interpretan esta versión muy particular de No amanece en Génova, una obra que habla del poder “hacia arriba”, de ese concepto ‘hobbesiano’ en el que el hombre es un lobo para el hombre, un texto de Cortés concebido como un grito de vida o muerte que interroga al hombre analizando los resortes del poder.

Según la creadora del montaje, “No amanece en Génova es la rabia, la ira, la miseria, pero también la dulzura, el perdón y la calma”. Rosales apuesta por la fusión entre disciplinas, entre la danza y el teatro, para, como dice ella, “dar vida a un texto de profundidad ética y estética evidente” que aborda los recovecos de la esencia humana. La obra se pondrá en escena de martes a sábado entre el 29 de octubre y el 9 de noviembre (12 funciones en total).

Los otros tres estrenos de Danza Málaga (DZM)

Tras la estancia de dos semanas de No amanece en Génova en el Teatro Echegaray, Danza Málaga 2019 (DZM) estrenará allí Inductive, montaje que funde los movimientos ideados por el coreógrafo y bailarín David Segura con las creaciones plásticas y la música de Alberto Tarsicio. Líneas, rayas y círculos que hunden sus raíces en la pintura rupestre y música creada a partir de los movimientos de los bailarines en silencio son los puntos de partida de esta obra que según Segura trata de “establecer puentes” con la “intención vital de trascender la dimensión del tiempo y los condicionantes culturales”. Inductive se pone en escena el 14 de noviembre.

El tercer estreno es una creación de Ana Rando, coreógrafa y bailarina que abrió el año pasado el ciclo con Azul Prusia azul Berlín, producción que también inauguró la tercera temporada de Factoría Echegaray. En esta ocasión presentará El arte de envejecer, un trabajo que enseña la riqueza de la vejez, las asperezas y dulzuras de esta etapa vital. Como dice Rando, acoger que la finitud es un hecho y hacer de esa necesidad virtud es no solo una responsabilidad común sino un arte sublime de poderosa belleza. El arte de envejecer se verá el día 23 de noviembre en el Teatro Echegaray.

La Lupi, una de las bailaoras y coreógrafas más pujantes del panorama flamenco actual, suele estrenar sus creaciones en el Teatro Cervantes de Málaga. Hará lo propio con su Lenguaje oculto, una obra en la que comparte tablas con los bailaores Iván Amaya, Pol Vaquero y Marina Perea, los guitarristas Óscar Lago y Curro de María, el violinista Nelson Doblas, el percusionista David Galiano y los cantaores Alfredo Tejada y Cristo Heredia. El mundo de ensueño con la mujer como epicentro que narra Lenguaje oculto cerrará DZM en las tablas del Teatro Cervantes el 14 de diciembre.

La Lupi no pudo estar presente por indisposición en la presentación de DZM, a la que acudió Cristina Gandarias en representación de la compañía de Fernando Hurtado, uno de nuestros bailarines y coreógrafos más internacionales. Hurtado también abrió el ciclo en la edición de 2017 con la producción de Factoría Echegaray 37 Guernica 17, un aclamado montaje que tras su residencia en el Teatro Echegaray se exhibió en varias ferias españolas, en el Festival Internacional de Artes Escénicas (FIDAE) y, sobre todo, en una versión ampliada con la Compañía Nacional de El Salvador, con la que giró por todo el país centroamericano. En esta ocasión, desembarca en el Teatro Echegaray con dos coreografías, Alguien vendrá a buscarnos y El paraíso de los necios.

Los 17 montajes de Danza Málaga

No amanece en Génova se exhibe entre mañana 29 de octubre y el 9 de noviembre en el Teatro Echegaray, que acoge a continuación (14 de noviembre) el estreno de Inductive, del coreógrafo y bailarín malagueño David Segura. Esta primera edición de DZM prosigue el sábado 16 con dos apuestas internacionales: el colectivo italiano Kor’sia trae al Teatro Cervantes The lamb y el suizo Gilles Jobin acerca al Echegaray VR_I, un experimento para 5 espectadores por pase que combina realidad virtual inmersiva y danza. VR_I se verá también el domingo 17 (diecinueve pases por día, con la posibilidad de asistir desde las 11.00 hasta las 22.00 horas).

La compañía coreana K-arts Dance Company desembarca el domingo 17 en el Teatro Cervantes con Bow + No comment, coreografías de la prominente Jeon Misook y de Shin Chang-ho respectivamente. Tras la cancelación de la prevista visita del Víctor Ullate Ballet el día 19 debido a la disolución de su compañía, la siguiente cita es con Fernando Hurtado. Sus piezas Alguien vendrá a buscarnos y El paraíso de los necios se escenifican los días 20 y 21 en el Teatro Echegaray, que al día siguiente se abre la vertiente experimental de Osa+Mujika (Suddenly III, 22 de noviembre).

DZM continuará los días 22 y 23 de noviembre con la Electra del Ballet Nacional de España. Su segunda función coincidirá con el estreno en el Echegaray de El arte de envejecer, de una realidad malagueña, Ana Rando, a la que seguirá el infantil Gaia, de Entremans.(24), y la esperada visita de la alabada Carmen.maquia de Titoyaya Dansa (24 en el Cervantes), que precederá a otro de los puntos fuertes de Danza Málaga, el Malandain Ballet Biarritz, que pondrá en escena el 26 Marie-Antoinette, un encargo de la Ópera Real de Versalles de inspiración neoclásica.

El clasicismo proseguirá con el Romeo y Julieta del Ballet Nacional Ruso de Sergei Radchenko (27 de noviembre) y La bella durmiente del Ballet Clásico de San Petersburgo de Andrey Batalov (11 de diciembre), entre los que se escenificará un Blancanieves para niños desde 4 años (1 de diciembre). DZM concluirá con una inmensa bailaora de la tierra, La Lupi, que enseñará su Lenguaje oculto el 14 de diciembre, y se redondeará con una rama didáctica que incluye las clases magistrales de Antonio Ruz (coreógrafo de Electra), Richard Coudray (Malandain Ballet Biarritz) y Cesc Gelabert (Cía. Gelabert & Azzopardi) en el Conservatorio Superior de Danza.