El núcleo del Festival Internacional de Música de Cámara dirigido por Jesús Reina y Anna Nilsen, titulado Explosión, se desarrollará hasta el domingo 16 de junio en el Teatro Cervantes, el Cine Albéniz y la Sala María Cristina
La Colección del Museo Ruso de San Petersburgo y el Centre Pompidou Málaga acogerán los conciertos del apartado dedicado a los jóvenes Talentos
La séptima edición de Málaga Clásica condensa en una semana el prolífico legado musical del Romanticismo, un universo sonoro lleno de matices y diversidad y plagado de singulares genios y de virtuosos que ampliaron las posibilidades de sus instrumentos. De hecho, la nueva entrega del Festival Internacional de Música de Cámara diseñado y dirigido por los violinistas Jesús Reina y Anna Margrethe Nilsen se titula de manera muy gráfica Explosión, un sustantivo que resume la efervescencia cultural de aquel periodo comprendido entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX. La Explosión a la que nos convoca Málaga Clásica comienza el próximo martes 11 de junio con el aperitivo del primera cita con los Talentos en la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo y el primer programa, unos Contrastes dramáticos que serán evocados por obras de Grieg, Schumann y Brahms, Cilea, Puccini y Beethoven en la Sala María Cristina,
El VII Festival Internacional de Música de Cámara Málaga Clásica, diseñado y dirigido por los violinistas Jesús Reina y Anna Margrethe Nilsen, tiene su epicentro en cinco veladas principales que se celebrarán entre el 11 y el 16 de junio en la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina, el Cine Albéniz y el Teatro Cervantes. Sonatas, tríos, cuartetos, quintetos y otras piezas camerísticas de compositores como Beethoven, Brahms, Grieg, Schumann, Mendelssohn o Saint-Saëns y extractos de grandes óperas de Puccini, Cilea, Bellini, Mascagni o Bizet conforman los programas de esos cinco conciertos temáticos, que tendrán como complemento dos sesiones de Talentos en la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo y el Centre Pompidou Málaga, ambas con entrada libre, así como diversas clases magistrales y una conferencia.
Jesús Reina y Anna Margrethe Nilsen han confeccionado el VII Málaga Clásica como un escaparate en el que revisitar (y escuchar) unos tiempos de significativas rupturas formales y estilísticas. Explosión recoge en sus seis programas ese espíritu de libertad y de cambio, caracterizado por la extensión y quiebra de los límites formales del Clasicismo abordada por Beethoven, la ampliación de la paleta tímbrica posibilitada por la evolución de los instrumentos, la evolución de las orquestas y de las agrupaciones de cámara y los cambios sociales que configuraron nuevos públicos y nuevos rituales. Piezas íntimas y expresivas, obras cargadas de dramatismo escritas para agrupaciones más numerosas y algunas arias de especial y delicada belleza componen el nuevo mosaico de Málaga Clásica, un surtido de composiciones que según sus directores ha sido “cuidadosamente seleccionadas para mostrar diferentes maneras en las que la emoción llega a la superficie”.
Los dos responsables artísticos del VII Málaga Clásica llevan desde 2013 acercando a Málaga a algunos de los mejores de jóvenes instrumentistas del panorama internacional para este festival organizado por el Ayuntamiento de Málaga y el Teatro Cervantes. En esta edición, además de ellos, participarán en los cinco conciertos principales y en las clases magistrales los violinistas Koh Gabriel Kameda y Laura Romero Alba, los violas Eleanor Kendra James y Chien-Fan Yiu, los chelistas Krzysztof Karpeta y Gabriel Ureña, los pianistas Misha Dacić, Kiryl Keduk y Sergio Montero, el tenor Nils Georg Nilsen y la soprano Susanne Hvinden Hals.
Del martes 11 al domingo 16
Explosión comenzará el martes 11 de junio con el primero de los conciertos de Málaga Clásica: Talentos. Un grupo de jóvenes instrumentistas seleccionados por los directores artísticos del Festival actuará en la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo poco antes del primer concierto temático. La Sala María Cristina acoge ese mismo día dicha primera sesión, denominada Contrastes dramáticos, en la que se interpretarán obras de Grieg (el grandilocuente unísono del Cuarteto en sol menor), Schumann y Brahms (el Intermezzo y el Scherzo de la Sonata F-A-E para violín y piano), Cilea (un aria de L’arlesiana), Puccini (la célebre ‘E lucevan le stelle’, de Tosca) y la Grosse fuge de Beethoven. La jornada del miércoles 12, también en la Sala María Cristina y titulada Luz y color, constará de una sonata para violín y piano de Saint-Saëns, el conmovedor dúo ‘Son geloso del zefiro errante’, de la ópera La sonnambula, de Vincenzo Bellini, y el bello Sexteto de cuerda nº 2 en sol mayor de Brahms.
El Cine Albéniz recoge el testigo del Festival el jueves 13 y el sábado 15. El día 13 comenzará con la segunda tarde de Málaga Clásica: Talentos, en esta ocasión en el Centre Pompidou Málaga, y luego continuará en el Salón Rossini del Cervantes con la conferencia Transgresión Romántica: la revolución del arte total, que impartirá la historiadora del arte por la UMA Andrea Aranda. El concierto temático del jueves agrupa con el concepto de Explosión expresiva un estremecedor trío para violín, chelo y piano de Brahms, cuatro canciones de Bellini, el ‘Ave Maria’ de la Cavalleria rusticana de Pietro Mascagni y el archiconocido Quinteto del compositor checo Antonín Dvořák, una pieza de viveza y lirismo con espíritu danzante de la región de Bohemia. La velada del sábado en el Albéniz, llamada Corazón en mano, comienza con dos dúos para soprano y tenor y la Sonata para violín y piano de Gabriel Fauré, prosigue con un aria de Les pêcheurs de perles, de Bizet, y culmina con el Cuarteto en la menor de Mendelssohn, una sentida pieza que el compositor escribió con 18 años en homenaje a Beethoven.
Málaga Clásica acaba el domingo 16 en el Teatro Cervantes con Expansivo, un programa que comprende el ‘Adagietto’ de la Quinta Sinfonía de Mahler interpretado por la Orquesta Academia Galamian y artistas del festival, el Quinteto para piano y cuerda de Arensky, un dúo para soprano y tenor de la ópera L’amico Fritz, de Mascagni, y el Octeto de cuerda del compositor, violinista, pianista, chelista y director George Enescu.
La Fundación Unicaja, la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina, el Cine Albéniz, el Centre Pompidou Málaga, la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo/Málaga y la Academia Galamian colaboran con el Ayuntamiento y el Cervantes en esta séptima edición, que conserva los precios populares de anteriores convocatorias. Las entradas para asistir a la clausura en el Cervantes cuestan 20 euros y los tiques para los conciertos del María Cristina y el Albéniz tienen un precio único de 10 euros. La compra de una o varias entradas para las cinco sesiones da derecho a un descuento del 15 %. Las localidades están a la venta en las taquillas de los teatros Cervantes y Echegaray, por teléfono (902 360 295 – 952 076 262) e Internet (www.teatrocervantes.es, www.unientradas.es).
Todos los conciertos se celebran a las 20.00 horas salvo la clausura, que comenzará a las 19.00. Las sesiones de Málaga Clásica: Talentos en la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo/Málaga y el Centre Pompidou Málaga empezarán a las 17.00, con entrada gratuita hasta completar aforo.
Las seis ediciones anteriores
El Festival Internacional de Música de Cámara Málaga Clásica nació en 2013 gracias a la iniciativa del violinista malagueño Jesús Reina y la violinista noruega Anna Margrethe Nilsen y al apoyo del Ayuntamiento de Málaga y el Teatro Cervantes. La primera edición se tituló A través del tiempo en alusión al carácter histórico y didáctico de los programas desarrollados, en 2014 el foco iluminó los vínculos entre las músicas populares y la llamada culta bajo el epígrafe de Inspirado en el folclore y en 2015 los instrumentistas se vistieron camisetas de rayas horizontales y viajaron al París de entreguerras en ¿Qué oía Picasso? La IV edición, titulada Mitos y leyendas, se internó en 2016 en el mundo mágico y evocador de la música, ese rincón donde lo imaginario y lo onírico se cruzan con la realidad, y la de 2017 se sumergió en la Cultura gitana para así honrar “a un pueblo prolífico que ha dejado su firma expresiva en los numerosos países por los que ha pasado”. El VI Málaga Clásica, titulado España en la música recorrió el año pasado el legado de los compositores españoles y la evocación de nuestro país en partituras de compositores de Europa y América.
El VII Málaga Clásica según sus directores:
Querido público de Málaga Clásica.
Bienvenidos a la VII edición del Festival Internacional de Música de Cámara. Titulada Explosión, la edición de este año se adentra en la era romántica y en su vasta variedad de genios y obras musicales. Explorando los contrastes dramáticos, pasión y capacidad inventiva que los compositores valientemente buscaron plasmar a través de la música, cada concierto muestra lo que hizo a este período sorprendente respecto a lo que había antes. Beethoven, como pionero, empezó extendiendo los límites del clasicismo, rompiendo con las reglas de todo lo que parecía haber estado esmeradamente sistematizado. Con la expansión de las orquestas y los nuevos sonidos se podía hacer uso de una gama más amplia de dinámicas, y las estructuras musicales se producían en múltiples variantes. El hecho de que muchos virtuosos como Liszt, Chopin, Paganini, Wieniawski, Joachim y Sarasate empezaran a emerger, provocó en los compositores la iniciativa de escribir música técnicamente mucho más compleja, dando lugar a algunos de los conciertos más queridos para instrumento solista y orquesta.
Las obras de música de cámara y los extractos de las grandes óperas presentadas en este festival han estado cuidadosamente seleccionadas para mostrar diferentes maneras en las que la emoción llega a la superficie. Estas piezas van desde expresiones íntimas, luz pura y asombrosos cambios de colores hasta las dramáticas expansiones de sonidos encontradas en las agrupaciones más numerosas, como los sextetos y octetos. Debido al desarrollo del piano moderno, este se convirtió en parte importante del repertorio de música de cámara, a menudo con un rol principal. Al mismo tiempo, los instrumentos de cuerda evolucionaron, facilitando la proyección del sonido. Teniendo acceso a mejores instrumentos e intérpretes de más alto nivel, los compositores pudieron enriquecer su obra en su totalidad, expandiendo el contenido de las diferentes voces y dándole funciones intercambiables en la agrupación. Por tanto, un reto para el intérprete, debido al equilibrio necesario entre los instrumentos en la música de cámara a partir de la era romántica, es ser un músico individual que conversa con sus compañeros manteniendo a veces una interpretación unificada. Por eso una interpretación de cualquiera de estas obras es tan especial en concierto, ya que no será igual dos veces, siendo imposible repetir la conversación y las respuestas exactas entre los músicos.
Los oyentes de música clásica siempre han tenido un impacto sobre su desarrollo. En el caso de los del siglo XIX, su crecimiento repentino, procedente de la clase media, dio lugar a conciertos públicos, mientras que antes la mayoría estaban restringidos a la aristocracia y la clase alta. Liberándose de la estricta influencia de sus mecenas, los compositores clásicos podían ahora escribir como quisieran, inventando nuevas agrupaciones camerísticas, configuradas para sonar en grandes salas, y siendo audaces en el uso del contrapunto y la armonía. Quizás el hecho de que esta música fuera ahora escrita para cualquiera que quisiese escucharla, y que los creadores estuvieran libres de restricciones, es lo que hace que la popularidad de la música romántica sea infalible. Todos buscamos sentir la libertad y la expresión de la emoción de una u otra manera, y verdaderamente a través de la música se puede lograr.
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