Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz vuelven este fin de semana a convertir las tablas del espacio municipal en un centro educativo tras su exitoso estreno en el 36 Festival de Teatro
Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz regresan mañana viernes y el sábado al Teatro Echegaray para reponer La plaga, un viraje hacia un humor más ácido y enhebrado con la realidad social a través del relato de las consecuencias en las relaciones entre profesores, alumnos y padres de una invasión de piojos en un colegio. Las tres Caramala intervinieron como conductoras de la gala inaugural del teatro de la calle Echegaray, allá por 2009, y después presentaron allí sus dos primeros montajes, Caramelo y La hora feliz, y compartieron tablas con Javier Ojeda en la ‘mambópera’ Barrio de la Paz. En febrero de este año estrenaron en el 36 Festival de Teatro de Málaga y con gran éxito de crítica y público (dos llenos consecutivos) esta pieza de creación colectiva que partió de una idea inicial de su habitual dramaturgo y director, Sergio Rubio. En La plaga, las tres actrices de Caramala tiñen de oscuridad y sabor agridulce su habitual humor blanco y fresco. La obra fue escrita y ensamblada a través de improvisaciones en los ensayos, con la aportación de Rubio, las intérpretes y el director, el también malagueño Chiqui Carabante. La plaga se puede volver a ver mañana viernes 12 y el sábado 13 de julio, en ambos casos a las 20.30 horas (entradas por 15 euros, precio único).
“Queremos dejar de ser chicas amables. Ahora somos más maduras y nos sentimos, aunque siempre lo hemos sido, más feministas, más comprometidas y más participantes de la sociedad”, declaraban ellas en una de las entrevistas previas a su esperado regreso. Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz tiñen de acidez, compromiso social y madurez el habitual humor que siempre han desplegado sobre las tarimas. Su nueva invención, La plaga, habla de manipulación y libertades a través de un texto de lenta y minuciosa creación colectiva y que aquí ha ensamblado Chiqui Carabante. El contexto de un colegio de barrio, con los piojos que colonizan las cabelleras de los niños, es la espoleta con la que parte esta nueva dosis de teatro marca Caramala, una compañía que además de hacer reír ahora hará reflexionar al respetable. “Queríamos referirnos –comentaba Virginia Ruiz en otra entrevista- a la escuela como un micromundo desde el que hablar de otras cuestiones que nos atañen a todos hoy día, como los ataques a la libertad de expresión y el miedo a quienes piensan de forma distinta”.
Sinopsis. Los piojos asuelan un colegio de barrio. El AMPA declara estado de guerra: no habrá piedad para los que no usen champús antiparasitarios. Nadie va a salir bien parado de esta historia en clave de comedia ácida. ¿Quiénes educan a un niño? ¿La familia? ¿El colegio? ¿La sociedad…? Grupos de WhatsApp opresivos, madres salvajes, padres ‘ovolacteovegetarianos’, niños desorientados, niñas respondonas y profesores masacrados intentarán encontrar la respuesta a la incógnita de la educación, desde la irreverente e incisiva mirada de Caramala.
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